El hombre; sus días son como la hierba.
El florece como la flor del campo, un viento pasa sobre él
y ya no existe. Y nunca más se sabrá dónde estuvo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Somos peregrinos, vamos de regreso a la casa del Padre. Caminemos juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario